viernes, 7 de septiembre de 2007

frontera isleña

Betita querida,

Qué alegría leer sus líneas, líneas que me acercan un poco de hogar a tantos quilómetros de distancia.

No le voy a mentir: yo no la extraño tanto como usted a mí, la frontera es un lugar de mucho trajín, muchas cosas oscuras y negocios fuera de la ley. Usted bien sabe que esa es mi debilidad. De todas formas la recuerdo esporádicamente, siempre con una sonrisa isleña asomando entre tanto cacao.

Si me lo permite, me despido dejando un beso en su mano.

No hay comentarios: